“¡Saltaban para que baje más rápido!”: nueve jóvenes cayeron con un ascensor desde el noveno piso

Palermo. La noche del lunes terminó con un episodio que pudo haber sido una tragedia. Un grupo de nueve jóvenes subió a un ascensor con capacidad para seis personas en un edificio de Palermo y, en medio de un supuesto festejo, comenzaron a saltar dentro de la cabina. El exceso de peso y los movimientos bruscos generaron un colapso del sistema, provocando una caída abrupta desde el noveno piso.

El accidente y los primeros minutos del rescate

Según relataron los testigos, los jóvenes intentaban “hacer bajar más rápido el ascensor” saltando al unísono. Sin embargo, el mecanismo no resistió la sobrecarga y se desplomó, generando pánico entre los presentes. Los vecinos alertaron de inmediato al personal de seguridad y a los servicios de emergencia.

Bomberos de la Ciudad y personal del SAME acudieron rápidamente al lugar. Tras una intensa tarea de rescate, lograron liberar a los nueve ocupantes, quienes presentaban politraumatismos de diversa gravedad. Todos fueron trasladados a hospitales de la zona para su evaluación médica.

Investigación y posibles causas

Fuentes oficiales confirmaron que se inició una investigación para determinar si el accidente se debió únicamente al mal uso del ascensor o si existía una falla mecánica previa. Técnicos especializados trabajan en la revisión del sistema y del mantenimiento del edificio, mientras la administración podría enfrentar sanciones si se comprueba negligencia.

Un hecho que reabre el debate sobre la seguridad edilicia

El suceso reavivó la discusión sobre el mantenimiento preventivo de los ascensores en edificios de gran densidad urbana. Según datos del Gobierno porteño, más del 60% de los equipos instalados en la Ciudad superan los 20 años de antigüedad, lo que exige revisiones periódicas y un uso responsable por parte de los residentes.

Mientras tanto, los jóvenes permanecen fuera de peligro, aunque el hecho dejó una clara advertencia: los ascensores no son un juego. Un exceso de confianza y la imprudencia colectiva pudieron haber terminado en tragedia.